En esta oportunidad te traemos la respuesta a una duda frecuente entre los clientes en las mueblerías: ¿en qué se diferencian el sillón y el sofá? Parece innecesario, pues ambos son asientos, lo que lleva a usarlos como sinónimos. Pero al observar cada uno resultan muy diferentes. Continuá leyendo que enseguida develaremos el misterio.
¿Cuál es la diferencia entre el sofá y el sillón?
Con mirar una imagen de cada uno, la principal diferencia salta a la vista: el tamaño del asiento. El sofá cuenta con amplio espacio, permitiendo que varias personas lo utilicen a la vez. Por su parte, el sillón tiene lugar para un solo ocupante.
Es importante destacar que, a partir de esta distinción, se abre un mundo de posibilidades de uso para cada asiento, según su naturaleza.
Por ejemplo, el sillón, gracias a su tamaño reducido y la comodidad que brinda, es el mueble perfecto para espacios de trabajo, como salas de lectura o despachos.
En cambio, el sofá, gracias a su anchura, se convierte en el espacio perfecto para socializar y relajarse por excelencia. Es el punto de encuentro de los hogares a la hora disfrutar con amigos o en familia, como hemos visto en programas de televisión como Los Simpsons o Friends.
Asimismo, no es de uso exclusivamente doméstico. Como te contamos en nuestro artículo, el sofá Chester fue el ícono por mucho tiempo de los clubes para caballeros londinenses. En la actualidad continua siendo parte del mobiliario de espacios de reuniones como bares o clubes nocturnos.
¿Sabias que al sofá de dos plazas también se le dice Loveseat?
Por si te quedaban dudas acerca del poder del sofá para unir personas, te presentamos en sofá Loveseat.
Originado a fines del siglo XVII, su función era brindar espacio suficiente a las damas para sentarse cómodamente a pesar de sus amplios vestidos. Para el siglo XIX, obtuvo su nombre característico por ser el asiento elegido para parejas, siendo modificado con un separador o con su icónico diseño en forma de S, para mantener el decoro.
Como podrás ver, no es un dato menor conocer la cantidad de asientos que posee un asiento, ya que a partir de ahí se abre un abanico de posibilidades para su uso, donde lo único que tendrás que decidir es de que forma y con quien deseas disfrutar de la comodidad.