Cuando pensamos en sofás podríamos decir que todos son iguales, ya que salvo por detalles, todos comparten las mismas características: es un asiento, para dos o más personas, suele ubicarse en una sala de estar, etc.
Sin embargo, aunque todos tengan los mismos atributos, algunos pueden, además, tener sus propias particularidades. Y este es el caso del sofá Chesterfield. ¡Acá te comentamos más sobre este interesante sofá!
¿Cómo es un Chester?
El Chester no es un sofá que pase desapercibido en una mueblería: tiene características en su diseño que le son propias y una historia, pero ¿Cuáles son?:
- Tapizado capitoné, que le da ese “hundimiento” al cuero producto de los botones que se aplica.
- Cubierto con cuero marrón, aunque hay modelos modernos en otros tipos de telas y colores.
- Apoyabrazos y respaldo alineados.
Además de su diseño característico, su nombre tiene su propia explicación: este le fue dado cuando su dueño original, el conde de Chesterfield encargó su fabricación, siendo una pieza única en diseño. Posteriormente fue heredado, comenzando así su trayectoria a lo largo del tiempo hasta llegar hasta nuestros días.
De esta forma, es fácil ver porque el sofá Chesterfield no es un asiento del montón. Aunque su función sea dar comodidad al sentarse o decorar un salón, son pocos los muebles que poseen tanta historia, sean símbolos de decoración y sigan siendo vigentes como el Chester.